Hace casi dos semanas que volví a Buenos Aires y todavía no terminé de contar mi viaje a Montevideo. Desde que llegue estuve ocupada en otras cosas y con pocas ganas de escribir sobre esos últimos momentos maravillosos. Quiero cerrar este viaje para poder comenzar el próximo, que si todo sale bien, comienza mañana a la noche. Cosquín me espera.
En sí me voy a abocar más que nada al día sábado, día 8 de mi travesía, ya que el viernes fue prácticamente de compras y el domingo, lo pasé con parientes y a la tarde emprendí viaje para estos pagos.
Viernes (día 7): Como dije anteriormente me la pasé de compras, recorriendo negocios para ver que souvenir más o menos original/autóctono podía traer a los mios. Recorrí varios lugares, como la feria de artesanos que está en la Plaza Matriz y en la peatonal Sarandí. Luego fui al Mercado de Artesanos. Compré algunas cositas, mire mucho, pero no hay mucha variedad. Es como ir a Mar del Plata, están los mismo "recuerdos", aunque por suerte no hay de esas chucherias con caracoles. Si hubiera sido así, me suicidaba al mejor estilo Alfonsina Storni por las aguas Uruguayas.
El Mercado de Artesanos en un graaaan local donde se encuentran en una especie de feria, varios stand donde hay artesanías en cuero, madera, plata, etc.
A una cuadra del Mercado de Artesanos se encuentra el Museo Pedagógico. Un museo en el cual se cuenta la historia de la educación en Uruguay. Desde quien creó la primera escuela, que justamente es ese edificio y cómo fue evolucionando con el tiempo. Es muy interesante y muy fuerte ver los castigos que se utilizaban tiempo atrás.
Sábado (Día 8): Día largo, el día más largo de todos sin dudas, llena de experiencias y de cultura popular, muy popular. Comenzó a la mañana tempranito, yendo a hacer las últimas compras, despidiéndome del mar, visitando nuevamente los lugares que más me gustaron y que quiero recordar por siempre. Rambla, Catedral, Plaza Matriz, Cabildo. Luego, almorcé el último chivito. Lo disfruté como ningún otro, lo saboree y traté de descubrir los sabores de cada ingrediente por separado. Mientras, escuchaba canciones que interpretaban un grupo de chicos sobre una tarima que estaba cercana.
Volví al hotel aproximadamente a las 3 de la tarde, ducha y viaje directo a lo de mis parientes. De allí, directo al Estadio Centenario, jugaban Nacional contra "losotros", (nunca supe cual era el equipo rival), la cuestión es que si ganabamos nosotros y ganaba Peñarol, nosotros (Nacional) salía campeón. Pero no, Peñarol empató y aunque nosotros ganamos, no pudimos tener la copa en esa momento. La verdad, el Estadio Centenario me pareció chico, uno tiene la mala costumbre de querer compararlo con lo que es El Monumental y la verdad, son dos cosas totalmente diferentes. Sin embargo, el público tiene la misma pasión futbolera que los argentinos.
Apenas terminado el partido, fuimos directo a la casa de mis parientes a hacer un pequeño break. El calor de ese sábado fue infernal, además estuvimos bajo el sol toda la tarde, así que apenas llegamos la gaseosa fue lo que nos alivio a todos. Cuando ya estuvimos un poco aliviados del calor, volvimos a partir, pero al tablado. El tablado es un escenario al aire libre donde por las noches las diferentes murgas y comparsas muestran sus shows. Las actuaciones tienen de todo, desde canto y baile, hasta actuación y crítica a la sociedad. Cada uno de los espectaculos tiene un gran contenido de actualidad, politica, historía. Tiene como función hacer reflexionar al público sobre qué es lo que se quiere del pueblo, del gobierno, de lo que los rodea. Esa noche, una de las murgas "La Milonga Nacional" hizo una parodía sobre Tinelli, llamandolo el domador de neuronas. Sin dudas fue una de las mejores de la noche. Puedo asegurar que aplaudir de pie, fue lo maximo que pude hacer, sin embargo, me quedé corta. Mi día terminó cerca de las 2 de la mañana.
Domingo (Día 9): Hice muy poco ese día. Me levanté, armé la valija y me fui a los de mis parientes, pasé el mediodía ahí y alrededor de las 16 horas emprendí mi vuelta. Solo puedo decir que el recorrido en micro desde Montevideo a Colonia me mostró los lindos campos que poseen los charrúas. A las 22 horas pisé suelo argentino otra vez.
Reflexión de esos 9 días hermosos: Montevideo es una ciudad pequeña, que tiene todo lo que a uno se le ocurre a solo unos pasos de distancia. Es una lástima que dependa tanto de la Argentina. Casi toda la prensa y la televisión es importada de acá. Los productos también. La gente es única, servicial, respetuosa, educada. Tienen cultura por todos lados, desbordan cultura. Sin dudas, es un país que me gustaría seguir conociendo, recorrer cada rincón va a ser mi meta.
miércoles, 18 de febrero de 2009
viernes, 6 de febrero de 2009
¿Me llamaron? (Día 6, Segunda Parte)
Post dedicado a @lamatancera.
La tarde me sorprendió con toda la fiaca, con todas las ganas de hacer nada. Había suspendido el encuentro con mi prima para ir a bailar. Quedarme en el hotel era el mejor plan. Pero un twitt, hizo que mi vida, mis planes, todo lo que tenía como opción para esa noche, cambiara rotundamente. Ese twitt decía: "Hay desfile de Llamadas". Así como leí eso, empecé a verificar la información. Yo solamente sabía que iban a estar el viernes.
Me bañé rápido, me vestí y partí a la calle Isla de Flores, donde se realiza el desfile.
Cuando se va llegando a la zona que rodea a las tribunas y sillas se puede ver a la gente disfrazada y pintada, a los tambores alrededor del fuego y tumultos de personas caminando de un lado al otro.
La calle Isla de Flores no es tan ancha como 18 de Julio, así que la comodidad para los espectadores es casi nula, sin embargó tardé en darme cuenta que iba a estar medio apretujada, por lo tanto, cuando reaccioné, decidí comprar una ubicación para poder ver mejor, no estar parada tanto tiempo, (comenzó a las 20.30 y terminó pasada la una de la mañana) y sacar mejores fotos.
Encontrar mi asiento fue una odisea, lograr entrar en mi asiento otra, ya que la cantidad de gente que había empujaba hacia adelante las sillas y era imposible pasar. Además, me tocó estar rodeada de una familia muy bullanguera que se había llevado todo el alcohol de Uruguay y toda la comida que se pueden imaginar.
Las llamadas son más populares que el desfile de inauguración del carnaval, o por lo menos eso es lo que sentí yo. Tal vez el desfile inaugural tiene más que ver con el carnaval y con el concurso, en cambio Las Llamadas está más relacionado a la cultura afrouruguaya, a la época colonial y a lo que hace al uruguayo diferenciarse del resto, al candombe.
En sí no hay mucha variedad entre una comparsa y la otra, tienen la misma estructura, primero pasan las banderas, una estrella, una luna y el distintivo de la comparsa. Luego se asoma la mama vieja y el gramillero, despues el bastonero, las bailarinas o vedettes y luego los tambores. Lo que cambia y lo que hace que cada una se diferencie de la otra es la rutina de baile, el ritmo de los tambores, la vestimenta, la pintura en las caras de los músicos.
Por otro lado, el show se complementa con el publico, que alienta a las bailarinas, que baila al compas de los tambores y critican cada una de las caracteristicas que se evalúan a la hora de elegir al ganador.
La cultura negra está muy afianzada y la gente disfruta y lleva al carnaval y al candombe en la piel.
La tarde me sorprendió con toda la fiaca, con todas las ganas de hacer nada. Había suspendido el encuentro con mi prima para ir a bailar. Quedarme en el hotel era el mejor plan. Pero un twitt, hizo que mi vida, mis planes, todo lo que tenía como opción para esa noche, cambiara rotundamente. Ese twitt decía: "Hay desfile de Llamadas". Así como leí eso, empecé a verificar la información. Yo solamente sabía que iban a estar el viernes.
Me bañé rápido, me vestí y partí a la calle Isla de Flores, donde se realiza el desfile.
Cuando se va llegando a la zona que rodea a las tribunas y sillas se puede ver a la gente disfrazada y pintada, a los tambores alrededor del fuego y tumultos de personas caminando de un lado al otro.
La calle Isla de Flores no es tan ancha como 18 de Julio, así que la comodidad para los espectadores es casi nula, sin embargó tardé en darme cuenta que iba a estar medio apretujada, por lo tanto, cuando reaccioné, decidí comprar una ubicación para poder ver mejor, no estar parada tanto tiempo, (comenzó a las 20.30 y terminó pasada la una de la mañana) y sacar mejores fotos.
Encontrar mi asiento fue una odisea, lograr entrar en mi asiento otra, ya que la cantidad de gente que había empujaba hacia adelante las sillas y era imposible pasar. Además, me tocó estar rodeada de una familia muy bullanguera que se había llevado todo el alcohol de Uruguay y toda la comida que se pueden imaginar.
Las llamadas son más populares que el desfile de inauguración del carnaval, o por lo menos eso es lo que sentí yo. Tal vez el desfile inaugural tiene más que ver con el carnaval y con el concurso, en cambio Las Llamadas está más relacionado a la cultura afrouruguaya, a la época colonial y a lo que hace al uruguayo diferenciarse del resto, al candombe.
En sí no hay mucha variedad entre una comparsa y la otra, tienen la misma estructura, primero pasan las banderas, una estrella, una luna y el distintivo de la comparsa. Luego se asoma la mama vieja y el gramillero, despues el bastonero, las bailarinas o vedettes y luego los tambores. Lo que cambia y lo que hace que cada una se diferencie de la otra es la rutina de baile, el ritmo de los tambores, la vestimenta, la pintura en las caras de los músicos.
Por otro lado, el show se complementa con el publico, que alienta a las bailarinas, que baila al compas de los tambores y critican cada una de las caracteristicas que se evalúan a la hora de elegir al ganador.
La cultura negra está muy afianzada y la gente disfruta y lleva al carnaval y al candombe en la piel.
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Popurrí (Día 6, Primera Parte)
Luego de una mañana que no fue de las mejores, me decidí a caminar sin rumbo. Apenas salí del hotel recordé que no había conocido las playas de Montevideo, así que emprendí camino por las diferentes ramblas hasta la playa más cercana, la Playa Ramirez. Allí mojé los pies, me senté un rato y mire como la ciudad rodea a la costa. Me asombré de la falta de viento, de lo bajo que estaba el mar y lo tranquilo que es. No había olas, el agua iba y venia pero en una suave danza que era apenas perceptible desde las escaleras que separan la rambla de la arena.
Había pocas personas, eso hace que personas antisociales como yo, disfrutemos del paisaje. Antes de volverme, decidí mojar los pies nuevamente, pero tuve la suerte de poder ver un espectaculo maravilloso de la naturaleza: un cangrejo cambió de caparazón. Nunca pensé que iba a ver eso fuera de la tv, fuera de un documental de Discovery Channel.
El calor me estaba matando, las ganas de sombra y una siesta eran demasiadas, así que decidí volverme al hotel. Pero no tomé el mismo camino. Caminé hasta la calle Constituyente, que es la continuación de la Av. 18 de Julio yendo desde el centro, conocí partes de la ciudad que no tenía ni idea que existian. Ya en 18 de Julio encontré el Museo del gaucho y de la Moneda, que está en un edificio muy antiguo y muy hermoso, que conserva todos los detalles desde finales del siglo XIX. Entrar ahí hizo que la piel se me erize, no sé que tienen estos lugares que me hacen sentir escalofríos y me da mucho placer recorrerlos.
En una de las salas del museo, hay actualmente una muestra del pintor Eduardo Vernazza, quién retrata en sus pinturas la cultura popular de Uruguay, lo qué es el carnaval, la Playa de los Pocitos y demás.
Finalmente, me fui al hotel, la tarde me tendría varias sorpresas...
Había pocas personas, eso hace que personas antisociales como yo, disfrutemos del paisaje. Antes de volverme, decidí mojar los pies nuevamente, pero tuve la suerte de poder ver un espectaculo maravilloso de la naturaleza: un cangrejo cambió de caparazón. Nunca pensé que iba a ver eso fuera de la tv, fuera de un documental de Discovery Channel.
El calor me estaba matando, las ganas de sombra y una siesta eran demasiadas, así que decidí volverme al hotel. Pero no tomé el mismo camino. Caminé hasta la calle Constituyente, que es la continuación de la Av. 18 de Julio yendo desde el centro, conocí partes de la ciudad que no tenía ni idea que existian. Ya en 18 de Julio encontré el Museo del gaucho y de la Moneda, que está en un edificio muy antiguo y muy hermoso, que conserva todos los detalles desde finales del siglo XIX. Entrar ahí hizo que la piel se me erize, no sé que tienen estos lugares que me hacen sentir escalofríos y me da mucho placer recorrerlos.
En una de las salas del museo, hay actualmente una muestra del pintor Eduardo Vernazza, quién retrata en sus pinturas la cultura popular de Uruguay, lo qué es el carnaval, la Playa de los Pocitos y demás.
Finalmente, me fui al hotel, la tarde me tendría varias sorpresas...
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jueves, 5 de febrero de 2009
Si 20 años no es nada, 12 menos... pero para ponerse al día.... (Día 5)
Sip, para ponerse al día cuesta muchísimo.
Ayer me pasaron a buscar al hotel, fuimos directo a la casa de mis parientes pero en colectivo. Fue la primera vez que me subí a uno acá, hay un boleto unico que cuesta $14 uruguayos, algo así como $2 argentinos.
Comimos un rico asado y hablamos de todo lo que pasó en ambas orillas desde que ellos se vinieron en el '96. Fue fuerte y hermoso recordar cosas vividas.
De noche comimos en un carrito una hamburguesa doble (voy a volver gordisimaaa!) con un montón de cosas adentro. Los carritos son como los de la costanera, la diferencia es que acá el chimichurri solo existe envasado y no te lo venden en estos lugares de comida al paso, pero sin embargo, tenes la opción de ponerle ají, choclo, aceitunas y demás cosas a eleccion. Comimos helado y me volví al hotel en bondi. Fue raro...
Ayer me pasaron a buscar al hotel, fuimos directo a la casa de mis parientes pero en colectivo. Fue la primera vez que me subí a uno acá, hay un boleto unico que cuesta $14 uruguayos, algo así como $2 argentinos.
Comimos un rico asado y hablamos de todo lo que pasó en ambas orillas desde que ellos se vinieron en el '96. Fue fuerte y hermoso recordar cosas vividas.
De noche comimos en un carrito una hamburguesa doble (voy a volver gordisimaaa!) con un montón de cosas adentro. Los carritos son como los de la costanera, la diferencia es que acá el chimichurri solo existe envasado y no te lo venden en estos lugares de comida al paso, pero sin embargo, tenes la opción de ponerle ají, choclo, aceitunas y demás cosas a eleccion. Comimos helado y me volví al hotel en bondi. Fue raro...
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miércoles, 4 de febrero de 2009
Descanso (Día 4)
No sé si fue que recorrí mucho en estos días, o si tal vez recién me estoy relajando, pero podemos decir que el día de ayer fue de descanso. Solamente me dediqué a ir al Cabildo, que no se parece en casi nada al nuestro, este es mucho más grande si lo comparamos actualmente (debemos recordar que el nuestro fue "cortado" varias veces para la realización de las avenidas que lo rodean) y un rato a la rambla, que a diferencia de los días anteriores tenía una pequeña playa ya que la marea estaba baja. Luego volví al hotel porque el sol quemaba y la humedad estaba insoportable.
Me dormí la mejor siesta en los últimos tiempos, pero cuando me levanté se escuchaban tambores. Estaban cerca de la rambla ensayando, así que fui a verlos. Es increíble ver eso, y escucharlo mucho mejor. Yo no pensé que la percusión me gustaba tanto, la cuestión es que escucho los tambores y mi cuerpo se empieza a mover solito.
Hoy almuerzo con mis parientes y luego a pasear, seguramente a la playa y/o shopping!
Me dormí la mejor siesta en los últimos tiempos, pero cuando me levanté se escuchaban tambores. Estaban cerca de la rambla ensayando, así que fui a verlos. Es increíble ver eso, y escucharlo mucho mejor. Yo no pensé que la percusión me gustaba tanto, la cuestión es que escucho los tambores y mi cuerpo se empieza a mover solito.
Hoy almuerzo con mis parientes y luego a pasear, seguramente a la playa y/o shopping!
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martes, 3 de febrero de 2009
Reencuentro (Día 3)
No hay mucho para contar de mi tercer día, solamente que intenté hacer un par de cosas que no funcionaron y que por fin me encontré con mis parientes.
Luego de buscar cambio, comprar pilas para la cámara y almorzar, fui al Cabildo que se encuentra enfrente de la Plaza Matriz y de la Catedral Metropolitana, peeeero estaba cerrada. Así que me quedé con las ganas. De ahí fui corriendo a el Palacio Legislativo, yo estaba segura que la última visita guiada era a las 14.30, pero no, era a las 14 (y yo había llegado a las 14.10).
Como no pude ver ni una cosa ni la otra y que, además, el Palacio Legislativo está relativamente cerca de la casa de mis parientes, me dirigí hacia el reencuentro.
Obviamente llore como una tonta y pasé el resto del día ahí.
Hoy todavía no tengo destino, ayer fue un día cargado de emociones, (el reencuentro y una charla me dejaron como en otro planeta) así que veré que rumbo tomar con el pasar del día.
Luego de buscar cambio, comprar pilas para la cámara y almorzar, fui al Cabildo que se encuentra enfrente de la Plaza Matriz y de la Catedral Metropolitana, peeeero estaba cerrada. Así que me quedé con las ganas. De ahí fui corriendo a el Palacio Legislativo, yo estaba segura que la última visita guiada era a las 14.30, pero no, era a las 14 (y yo había llegado a las 14.10).
Como no pude ver ni una cosa ni la otra y que, además, el Palacio Legislativo está relativamente cerca de la casa de mis parientes, me dirigí hacia el reencuentro.
Obviamente llore como una tonta y pasé el resto del día ahí.
Hoy todavía no tengo destino, ayer fue un día cargado de emociones, (el reencuentro y una charla me dejaron como en otro planeta) así que veré que rumbo tomar con el pasar del día.
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domingo, 1 de febrero de 2009
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